En un bol ancho, ponemos la harina y hacemos un hueco en medio. En un vaso de batidora desleímos bien la levadura y el agua templada con un tenedor. Echamos la sal por encima de la harina, sin que toque donde vamos a echar el agua con la levadura. La echamos poco a poco en el centro, mezclándola bien con el tenedor desde el centro hacia afuera hasta que ya no se pueda más y necesitemos usar las manos. Volcamos la masa sobre una superficie enharinada y amasamos hasta que tenga la consistencia adecuada. Se tarda sobre unos 10 minutos.
Boleamos la masa y la cubrimos con el bol dejándola reposar durante 45 minutos para que fermente y doble su volumen.
A los 45 minutos, cogemos los recipientes donde vayamos a hornear las focaccias y los untamos con aceite de oliva virgen extra. Dividimos la masa en dos y la extendemos con los dedos en el molde. Echamos un chorro de aceite de oliva por encima, imprengnándola bien y con los dedos hacemos hoyitos presionando la masa. Rellenamos estos hoyitos con los toppings que queramos y cubrimos los recipientes con sendos trapos húmedos durante 45 minutos.
Precalentamos el horno a 200ºC y cuando esté, introducimos las bandejas. Horneamos durante aproximadamente 20 minutos. Cuando estén doradas por encima, sacamos y dejamos enfriar al menos 10 minutos antes de consumir.