Lo primero que tenemos que hacer es afilar bien el cuchillo antes de cortar el pescado en trocitos pequeños, es importante hacerlo con el cuchillo y no con la picadora. Salamos ligeramente.
En un bol grande ponemos la yema de huevo, la soja, los aceite, el wasabi, el zumo de limón, el sésamo, la ralladura de limón y de jengibre. Mezclamos todo bien y añadimos el pescado, volvemos a mezclar bien y dejamos en la nevera tapado con un film como mínimo una hora.
Mientras tanto, partimos la media cebolla en trocitos bien pequeños, pelamos el mango y reservamos la mitad para la salsa, la otra mitad la cortamos también en trocitos.
Pelamos el aguacate y lo cortamos en trocitos, lo ponemos en un bol con un poco de zumo de limón, un par de cucharadas de aceite y sal.
Antes de montar el plato mezclamos el mango y la cebolla con el tartar. Con un aro de emplatar ponemos primero una capa de aguacate y encima el tartar.
Servir junto con una cucharada de salsa de mango en el plato, y la salsa sobrante en una salsera, todo bien frío con tostadas o con pan.